Accesibilidad en subtes.
El peso de la ley.
La existencia de numerosas leyes que tratan el acceso en subtes, permiten lograr una inclusión significativa y mejorar la calidad de vida de aquellas personas con discapacidad, asegurando su bienestar y seguridad.
La inaccesibilidad en los subtes para personas con discapacidad motriz, se ve reflejada y fundamentada en distintas leyes que respaldan y tratan esta temática. ¿Y cuáles son estas leyes?
Tanto la Ley 5885 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, sancionada el 02/11/17, que trata la concesión de los subterráneos de CABA; La ley 24.314 Nacional, Sancionada el 15/03/94, de accesibilidad de personas con movilidad reducida (modificación de la ley 22.431); Y la ley 962 de la Ciudad de Buenos, publicada en el Boletín Oficial el 13/01/2003, entre otras, se detallaran brevemente a continuación:
Ley 5885
Explicita que la elección de un concesionario para la operación y mantenimiento del servicio público del SUBTE que se encuentre exclusivamente en jurisdicción de la CABA y las líneas nuevas o expansiones de las líneas existentes que se construyan en el futuro, se da a través del proceso de Licitación Pública Nacional e Internacional. A su vez, se le otorga una concesión por un plazo de doce (12) años prorrogable por otros (3) a opción de Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado (SBASE). La concesión del servicio abarcará la operación y mantenimiento y se realizará en función de parámetros de precio, calidad y antecedentes del concesionario. Por, ultimo, el concesionario deberá constituir una Sociedad Anónima cuyo único y exclusivo objeto sea prestar el servicio público SUBTE, a fin de garantizar el control legal, contable y financiero.
Ley 24.314
Establece la prioridad de la supresión de barreras físicas en los ámbitos urbanos, arquitectónicos y del transporte que se realicen o en los existentes que remodelen o sustituyan en forma total o parcial sus elementos constitutivos, con el fin de lograr la accesibilidad para las personas con movilidad reducida.
Se entiende por accesibilidad la posibilidad de las personas con movilidad reducida de gozar de las adecuadas condiciones de seguridad y autonomía como elemento primordial para el desarrollo de las actividades de la vida diaria, sin restricciones derivadas del ámbito físico urbano, arquitectónico o del transporte, para su integración y equiparación
de oportunidades.
Ley 962
Busca la inclusión de personas con discapacidad realizando cambios en la infraestructura. Las mejoras más significativas incorporan dimensiones más amplias para circulaciones, puertas, interiores de baños y ascensores, así como la obligación de proyectar alternativas a las escaleras (tales como rampas o medios mecánicos). Las normas incluyen edificios públicos - pertenezcan a organismos oficiales o privados - y unidades de vivienda colectiva. Se incluyen también texturas en puntos clave de los pisos para personas con discapacidad visual, sistemas de optimización de sonido en salas de conferencia y auditorios para personas con disminución auditiva, y señalizaciones visuales para personas sordas.
Son estas tres leyes, las más importantes a tener en cuenta, ya que si no hay igualdad de oportunidades, las personas con discapacidad se ven discriminadas y excluidas, aunque sea en parte, de la sociedad. Lo mismo ocurre con el tema de la accesibilidad, si no existe en todos los ámbitos, se les impide “llegar” a sus metas.
La respuesta de Metrovías frente a la situación
de los subtes.
Numerosas son las denuncias realizadas diariamente por las víctimas de la inaccesibilidad de los subterráneos de CABA. Las autoridades de Metrovías se defienden y justifican ante el hecho.
De público conocimiento es que los subtes de la Ciudad Buenos Aires se operan y mantienen bajo un contrato entre Metrovías y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, por lo cual la empresa tiene bajo su cargo el servicio de las 6 Líneas del Subte. A pesar de reconocer que no todas las estaciones de subte son accesibles para las personas con discapacidad motriz, desde Metrovías ofrecen una variedad de razones por las que justifican la situación actual.
En primer lugar, sostienen que la infraestructura de las estaciones de subte no es igual en todas las estaciones, lo que las coloca en distintas condiciones a la hora de llevar a cabo una reforma para lograr la accesibilidad para todos los pasajeros. Tomando de ejemplo la línea H, inaugurada en el año 2007, la misma posee condiciones de infraestructura mucho más favorables a la construcción de ascensores que la línea A, inaugurada en 1913. Esto se debe a que cuando florecieron en nuestro país las primeras ideas europeas acerca de el desarrollo de subterráneos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (en 1973) no existía la misma concientización por las personas con discapacidad motriz que hay hoy
en día.
Otro punto que destacan es que durante los años que gobernó Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015), en los subterráneos se declaró una situación llamada “Emergencia Ferroviaria” que sólo permitió a Metrovías solicitar y utilizar fondos para asegurar únicamente el funcionamiento de los subtes. Durante los 8 años de mandato de la ex presidenta, desde Metrovías no se pudo realizar ninguna obra adicional que no estuviera relacionada a modificaciones en los motores o en las vías o con algún otro aspecto que ayude a que el tren pudiera realizar el recorrido en condiciones.
Finalmente, la principal respuesta a las denuncias recibidas es que Metrovías se encuentra invirtiendo dinero constantemente en obras de mejora, pero que son muchos los aspectos que requieren de atención, por lo que el destino de los fondos debe dividirse. Cuando la compañía recibió la concesión de los subtes en 1994, las estaciones de subte se encontraban en situaciones muy desfavorables y contaban con escasos ascensores. Esto obligó, y sigue obligando, a Metrovías a dividir el destino de sus recursos no solo a la construcción de facilidades para las personas con discapacidad sino también a la refacción de las estaciones.
Hoy en día, desde la empresa responsable de los subtes, afirman que trabajan diariamente para mejorar la situación de los mismos. Y aseguran que los proyectos y planes de obras que se comprometieron a llevar a cabo, serán realizados de la manera más eficiente posible.