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"Acceso a Cines y Teatros: Cuando el entretenimiento se vuelve una barrera para los discapacitados motrices"

Todos los seres humanos tienen los mismos derechos y deben ser tratados por igual, así lo asegura la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU del año 1948. Sin embargo, en el caso de los discapacitados y específicamente en aquellos que son usuarios de sillas de ruedas, esto no se cumple ni se respeta en cines y teatros de Capital Federal, donde las barreras arquitectónicas, como la falta de rampas, plataformas elevadoras y baños adaptados, les impiden poder acceder y disfrutar del espectáculo.

 

Son las 18.30 de la tarde. En el Cinemark de Palermo, ubicado en Beruti 3399, C.A.B.A, hay una función a punto de arrancar. La sala va llenándose de gente, que entra a pasos apresurados, bajando escaleras y acomodándose en sus butacas. A lo lejos se ve una persona con discapacidad motriz, enfrentándose a la odisea de llegar a su lugar, que se encuentra debajo de todo, en fila 1. Una vez que logran ubicarla, la proximidad de la pantalla empieza a afectar su visión. Incómoda, la mujer que ya comienza a sentirse discriminada, le comenta al personal del lugar la situación y le pide que la trasladen a una butaca de una fila más alta. Las dos personas se miran sin saber qué hacer y desvían la vista a la empinada escalera, único medio para subir a la ubicación que la mujer desea. La situación se podría resolver habiendo una plataforma elevadora, pero la sala no posee. El personal le comunica a la señora que no se puede hacer nada. El resto de los espectadores, que no pudieron quedarse ajenos del hecho, se sintieron tan indignados con lo que estaba sucediendo, que decidieron colaborar; se acercaron a la persona
discapacitada, la alzaron entre un par y la subieron por las escaleras, posicionándola en una ubicación donde finalmente la señora pudo disfrutar de la película.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Este cine no cumple con lo normado por la Ley Número 24.314 del Sistema De Protección Integral Para Los Discapacitados, que indica que los establecimientos deben tener por lo menos un acceso al interior del edificio desprovisto de barreras arquitectónicas, es decir, espacios de circulación horizontal que permitan el desplazamiento y maniobra de dichas personas al igual que comunicación vertical accesible y utilizable por las mismas mediante elementos constructivos o mecánicos y servicios sanitarios adaptados. No cuenta con rampa ni ascensores para que las personas discapacitadas puedan ingresar al lugar y tampoco tiene sanitario adaptado.

 

Este también es el caso del Cine Arteplex, situado en Av. Cabildo 2829, donde no es posible acceder a las salas cinematográficas de los pisos superiores y, si bien es posible llegar hasta el lobby del primer piso con un ascensor, la movilidad dentro de la sala es únicamente por escalera hacia arriba, no existiendo medio mecánico que salve los desniveles existentes.

 

 

 

 

Los teatros de la Ciudad de Buenos Aires no están ajenos a esta situación. El Teatro Flores, situado en Av. Rivadavia 7806, no cuenta con baños adaptados para personas con discapacidad motriz. Otro caso es el Teatro Vorterix, ubicado en Federico Lacroze 3455, que no posee un ingreso accesible para usuarios de silla de ruedas; tampoco tiene baños adaptados y los mismos se encuentran en un primer piso al que se accede únicamente por escalera. Según se pudo constatar, no posee ningún ascensor que conecte los pisos.

TEATRO FLORES

 

 

 

TEATRO VORTERIX

A esta lista se le suma el teatro La Clac, ubicado en Av. de Mayo 1156, que se halla en un subsuelo al que solo se accede por escalera, lo que lo hace completamente inaccesible para discapacitados motrices.

 

 

 

 

 

 

Todos los días los usuarios de sillas de ruedas son discriminados por los cines y teatros de Capital Federal. Se acercan a los establecimientos contentos, con el deseo de disfrutar de un espectáculo, pero la sonrisa en sus rostros dura poco. Al
llegar al lugar se tienen que enfrentar con las barreras arquitectónicas. Si tienen suerte de poder ingresar al lugar, el problema lo tienen adentro. Ubicaciones en malas condiciones, desplazamientos por escaleras, faltas de rampas y plataformas
elevadoras, baños no adaptados, son algunos dolores de cabeza para estas personas que sueñan con la igualdad y con que se cumplan sus derechos.

 

Mientras tanto, el Director Ejecutivo de la Agencia Gubernamental de Control de Ministerio de Justicia y Seguridad del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que es el encargado de que se cumpla la Ley de Accesibilidad en los establecimientos, no brinda ninguna explicación ni da ninguna respuesta a por qué los cines y teatros
se encuentran en las siguientes condiciones: siendo inaccesibles para los discapacitados motrices. Las cartas documentos siguen llegando, las denuncias se siguen haciendo, los discapacitados se siguen indignando, las ONG siguen queriendo colaborar con la causa.

Pero por ahora, todo sigue igual.

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